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viernes, 22 de abril de 2011

Pacientes con Cáncer

— Cortos de Vista
El cáncer coloca a todos en el mismo terreno. Sin importar la educación, finanzas o estilo de vida, todos somos candidatos para el cáncer. El cáncer no es un castigo por mal comportamiento, ni la buena salud es un premio por buen comportamiento. Sin embargo, la enfermedad sí “premia” a cada individuo con la oportunidad de concentrarse en las cosas importantes de la vida.

En medio de los tratamientos y exámenes, hay tiempo para enfocarse en las promesas, resoluciones y compromisos. Nos volvemos cortos de vista cuando ignoramos los avances diarios para hacer llevadero el dolor, prolongar nuestras vidas y eliminar la enfermedad. Debemos tomar la decisión de apartar nuestros ojos de la “gran C” y comprometernos a enfocarnos en el poder de la letra “P”: personas que nos cuidan, como doctores, amigos y familiares; podemos poner nuestros ojos en procurar tener una actitud positiva; una plegaria de agradecimiento que puede desatar las poderosas promesas de Dios. “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros” (Efesios 3:20).

Es una práctica común para los médicos dar “las probabilidades” a la luz de las cifras exitosas de recuperación y procedimientos. Melissa era una bella joven de veinte años, diagnosticada con linfoma Hodgkin. La quimio le dio un 85% de margen de recuperación. Pero un mes más tarde, los tumores crecieron. Un transplante de médula ósea ofrecía un 35% de probabilidad de curación con un 15% de que ella pueda librarse del Hodgkin. Luego de una recaída que terminó en neumonía, Melissa tenía “cero” probabilidades de sobrevivir.
Exactamente una semana después de una noche dedicada a la oración, Melissa comenzó a respirar por su cuenta. Ahora, en su segundo año en la universidad, Melissa explica: “Una vez que alcanzas ese punto más bajo en tu vida, donde no hay nada que puedas hacer, te das cuenta que él está en control y se lo entregas todo a él y la vida es mucho mejor”.

En lugar de vernos como enfermos, vencidos o agobiados, nuestra visión debe ser renovada. Debemos darnos cuenta que nuestras vidas son vistas como algo altamente importante. Cuando nos damos cuenta de los planes de Dios para nosotros (Efesios 1:4-5), nuestra visión es renovada y nos vemos como Dios nos ve (Romanos 8:38-39).

http://www.allaboutlifechallenges.org/spanish/pacientes-con-cancer.htm

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