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sábado, 15 de enero de 2011

Afuera una mirada, adentro una sonrisa.

Vuelan tranquilas y sin prisa cinco aves.
Por la mañana, un hombre tras la reja espera visita
Al otro lado del portón alguien recibe una carta.
Más de cuatro ojos y dos bocas quieren leerla
Dejarse llevar puede costar la vida
Nada más fácil que llorar
Resulta tan difícil sonreír allí dentro.
Afuera, en algún lugar, subiendo las escaleras
Una mujer espera, piensa y aún dormida, ella espera.
Dentro de poco (muy poco) Julio saldrá a pasear
Mientras tranquila (afuera) ella sólo espera ver su sonrisa.

Mariana Barreto.-


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