Hace pocas semanas el Papa Benedicto
XVI resaltó la urgencia de una adecuada
preparación para el sacramento del matrimonio
que une para siempre a un hombre
y una mujer sobre quienes se constituye la
familia. "El derecho a casarse, se ve en esta
perspectiva. No se trata de una pretensión
subjetiva que debe ser satisfecha
por los pastores mediante un mero acto
formal, porque está en juego el derecho
natural de las personas a casarse. El derecho
a contraer matrimonio, presupone
que se pueda y se deba celebrarlo de
verdad, es decir, en la verdad de su esencia,
tal como enseña la Iglesia. Nadie
puede preciarse (creerse dueño) del
derecho a una ceremonia nupcial".Se trata, concluyó, de una ocasión
pastoral única, en la cual a través de "un
diálogo pleno de respeto y cordialidad, el
pastor intenta ayudar a las personas a
ponerse seriamente delante de la verdad
y a reflexionar sobre la propia vocación
humana y cristiana del matrimonio.fuente
http://www.venezuelaentrelineas.com/leerentrelineas/Marzo%202011/MARZO%20146WEB.pdf
Benedicto XVI indicó luego que "no existe
por tanto un matrimonio de la vida y otro
del derecho: hay sólo un matrimonio, el
cual es constitutivamente un vínculo jurídico
real entre el hombre y la mujer; un
vínculo sobre el que se apoya la auténtica
dinámica conyugal de vida y de amor. El
matrimonio celebrado entre los esposos,
aquel del que se ocupa la pastoral es el
mismo del que se ocupa la doctrina canónica:
son una sola realidad natural y salvífica".
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